- Costo: Implementar y mantener sistemas de ciberseguridad robustos puede ser muy costoso.
- Complejidad: Los sistemas de ciberseguridad son complejos y requieren un conocimiento especializado para su configuración, gestión y mantenimiento.
- Falsa sensación de seguridad: La implementación de medidas de seguridad no garantiza una protección total.
- Falta de personal cualificado: Existe una escasez global de profesionales de ciberseguridad cualificados.
- Actualizaciones constantes: El panorama de las amenazas cibernéticas está en constante evolución, lo que exige actualizaciones constantes del software y hardware de seguridad.
- Impacto en el rendimiento: Algunas medidas de seguridad, como los cortafuegos o los antivirus, pueden reducir el rendimiento de los sistemas informáticos.
- Problemas de privacidad: Las medidas de seguridad, especialmente aquellas que implican la monitorización del comportamiento de los usuarios, pueden plantear problemas de privacidad si no se gestionan adecuadamente.
- Dependencia de la tecnología: La ciberseguridad depende en gran medida de la tecnología.
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